Practicar sexo oral a la chica no es un catalizador automático de excitación ni termina inevitablemente en orgasmo. No es una garantía de NADA. Es más, si el sexo oral es malo es MUY malo. Malísimo. Un sexo oral malo es capaz de robarle un caramelo a un niño. El sexo oral malo es Darth Vader.
Incluso, es capaz de hacer que la muchacha se canse, pierda la líbido y hasta sienta un poco de dolor. Una mala estimulación – sobre todo del clítoris – puede dejar la zona muy sensible para el coito.
Practicar el sexo oral es como atacar la Estrella de la Muerte. Es terrible cuando sientes entre tus propias piernas un movimiento descontrolado y sin sentido, ¡es una pérdida de energía y de tropas!.
Dale vueltas al edificio hasta que encuentres el generador principal y dispara para hacerlo estallar todo. No, muchos orgasmos han muerto para traer esta información: el clítoris es la clave.
PERO si no lo encuentras, un buen rebelde sabe cuándo retirarse. Cierto que un orgasmo es el final perfecto, pero no siempre ocurre.
Y UNA DE LAS PEORES COSAS QUE PUEDEN PASAR DURANTE EL SEXO ORAL ES QUE SE HAGA MUY LARGO.
Y de pronto te encuentras mirando al universo y preguntándote: ¿cuándo acabará? ¿qué está haciendo allá abajo? ¿qué tal me quedarían a mí las coletas de Leia? (A mí me quedarían genial, por cierto. Tengo fotos ;))
Sin embargo, no hay que preocuparse. Todavía quedan secuelas y secuelas que rellenar. Lo puedes intentar: mañana, la lengua contraataca.También es importante acabar a tiempo cuando estás practicando el sexo oral como un preliminar para la penetración. Aquí me voy a ahorrar las referencias al Halcón Milenario, ¿ok? Me imagino que muchos hombres llamarán así a su pene, pero no quiero dar ideas. (Solo que, bueno… alcanzar la velocidad de la luz en este contexto no es tan ideal).
Otros detallitos no menos importantes: si vas a utilizar las manos – que deberías, esos pequeños ewoks pueden ser muy útiles – ¡córtate las uñas, por todas las lunas de Júpiter!. Además, a mí personalmente nunca me ha pasado, pero sí he oído casos donde un uso inapropiado de los dientes ha sido molesto. Aquí, ni siquiera me voy a molestar en encontrar una metáfora. Horror.
¿Cómo practicar bien el sexo oral entonces? Me alegra que me lo preguntes, pequeño padawan. Aquí tienes algunos consejos, pero busca más y, sobre todo, hay que comunicarse con la pareja. Pregúntale qué le gusta y qué no. Es muy difícil – si no eres un caballero jedi – saber lo que está pensando y sintiendo la otra persona. Sobre todo, porque todas las mujeres son diferentes y les gustan distintas cosas. Lo que funcionó con una no tiene por qué hacerlo con otra. La fuerza aquí no vale para nada, deja que ella misma te guíe.
Y, finalmente, voy a dejar que Yoda te dé el mejor consejo posible: “hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”.