Las acelgas son uno de los alimentos más saludables por su aporte nutrimental y mínimo aporte calórico. Tienen un sabor que nos recuerda a la tierra, y se come tanto la hoja, similar a la de las espinacas como la penca o parte blanca.
Sus hojas contienen pigmentos con virtudes antioxidantes, y junto con el betacaroteno y vitamina C ayuda a prevenir el cáncer.
A continuación se presentan algunos de los principales beneficios de las acelgas:
- Refuerza los huesos. Debido principalmente a su riqueza en minerales se trata de un alimento reforzante. Es una fuente excelente de calcio. Y una excelente opción para las personas que no consumen productos lácteos.
- Poco aporte calórico. Es un alimento imprescindible en los regímenes bajos en calorías para perder peso. La acelga satisface el apetito con un escasísimo aporte calórico (unas 20 kcal/100 g). Hervidas, rehogadas o aliñadas con aceite y limón, constituyen un plato ligero que puede formar parte de la cena de quien desee adelgazar.
- Evita el estreñimiento. Conviene a quienes padecen dificultades en el tránsito intestinal debido a su riqueza en fibra y a su poder emoliente y suavizante del tracto intestinal. Estas mismas propiedades digestivas la hacen recomendable en casos de gastritis y hemorroides. La decocción, a razón de 25 a 50 g por litro de agua, es útil contra el estreñimiento, las inflamaciones del aparato urinario, las hemorroides y las dermatosis.
- Combate la anemia. Debido a su alto contenido en hierro, y también a la presencia de cobre, ayuda a tratar la anemia ferropénica. Es interesante tener en cuenta que este hierro será mejor absorbido gracias a la vitamina C que ya posee la acelga en abundancia.