Es “tradición” que cada año se coloque además de un árbol de navidad en la mayoría de las casas, un nacimiento con musgo, sin embargo, el comprar esta planta causa un gran impacto ambiental de manera negativa.
Comúnmente el musgo crece en el suelo, sobre rocas o troncos y; aunque aparentemente resultara inofensivo colocar “un poco” para adornar, puede causar un daño en el ambiente demasiado grande.
Las familias de musgos Brachytheciáceas, Hypnáceas, Sematophylláceas y Thuidiáceas son las más utilizadas en el país.
A continuación te damos las razones del por qué no debes colocarlo ya que afectas todas las siguientes funciones e interacciones ecológicas:
- El musgo tarda en crecer aproximadamente 7 años, por lo que al quitarlo de su hábitat se corre el riesgo de incluso extinguirlo.
- Cada año para la época navideña se extraen indiscriminadamente cientos de toneladas de la planta.
- Funciona como regulador hídrico al absorber el agua en temporadas de lluvias ayudando a mantener la humedad atmosférica.
- Aunado al punto anterior, estas briofitas evitan la erosión del suelo y procesos como inundaciones.
- Funcionan como refugio de muchas especies de flora y fauna.
- Contribuyen en la germinación de plantas.
- Captan dióxido de carbono, fósforo y demás iones que apoyan el crecimiento de las plantas.
En conclusión, el comprar musgo fomenta no solo la posible desaparición de estas plantas, sino un desequilibrio ecosistémico que afecta a otros organismos y también a nosotros; por ello, prefiere adornar con otros productos sostenibles.
