Daniela Santoyo/ @dannigs3_0
(30 de septiembre, 2013).- Tras la renuncia de Luis González Placencia a la Presidencia de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Dinorah Pizano, presidente de la Comisión de Derechos Humanos en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), dijo a REVOLUCIÓN TRESPUNTOCERO que esto se debió a que algunos partidos políticos desoyeron las voces de la sociedad civil.
De acuerdo con Pizano, los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM) han desatendido una vez más lo que la gente tiene que decir. “Pese al apoyo de la sociedad civil para el ombudsman, estos pequeños grupos aprovechan la renovación de la Presidencia de la CDHDF para hacer botines políticos, descalificar y desestabilizar”, agregó.
Durante la semana anterior y este fin de semana, algunos integrantes de los grupos parlamentarios mencionados presentaron sus razones para rechazar la ratificación de González Placencia en el cargo. Entre ellas se encuentra la política de no agresión del gobierno del Distrito Federal contra los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y la condena de la CDHDF de los hechos ocurridos el 1 de diciembre pasado.
En opinión de Nashieli Ramírez, consejera de la CDHDF, también en entrevista con REVOLUCIÓN TRESPUNTOCERO, lo que sucedió hoy es una muestra de cómo se han politizado los derechos humanos y su agenda. Sostiene que los argumentos ideológicos están presentes en todos los partidos y que esto se debe a que “no comprenden lo que son los derechos humanos. Creen que el ombudsman es un agente de Ministerio Público, cuando en realidad él tiene que proteger a los ciudadanos ante el Estado y no participar en conflictos de particulares. No entienden la agenda y se lo van cobrando”.
En días pasados, Federico Döring, coordinador del PAN en la ALDF, declaró que la ciudad no puede tener un ombudsman “que está del lado de los anarquistas y de los maestros y no del lado de los ciudadanos […] que está del lado de los padres desobligados […] y no del lado de la ciudad”.
Sobre lo ocurrido el primero de diciembre del 2012, los legisladores de derecha argumentan que el ahora ex presidente de la CDHDF respaldó a los individuos que causaron daños en el Centro Histórico y en los alrededores de la Cámara de Diputados.
Contra esa opinión, Nashieli Ramírez opina que algunos medios de comunicación se han comportado de forma completamente amarillista y que todo esto en su conjunto es una verdadera afrenta a los derechos humanos. Es por esta razón que, de acuerdo con ella, Luis González se vio obligado a renunciar, su objetivo era “no debilitar más a la institución, uno de los pocos organismos autónomos de este país”.
Por su parte, la CDHDF ha rechazado continuamente los ataques contra González Placencia y ha asegurado que el ex titular trabajó en los últimos años con “estricto apego a la ley, absoluta transparencia, honestidad y compromiso teniendo como único fin la defensa y promoción de los derechos humanos”.
Pizano resaltó en la entrevista que cerca de 500 organizaciones civiles, defensores de derechos humanos, embajadas y organismos internacionales se manifestaron a favor de González Placencia en una consulta cuya realización la ley establece. Nashieli Ramírez aseguró que se enviaron las cartas que la Asamblea pidió y que no hubo ni una en contra. Sin embargo, agrega, “ni nos ven, ni nos oyen. Es una consulta que para ellos no vale nada”.
Sobre las acciones que siguen luego de la renuncia, la presidente de la Comisión de Derechos Humanos aseguró que repondrán el proceso. Mientras tanto, desde hoy el primer visitador, Mario Patrón, asume como jefe de oficina, con estricto apego a la ley, para evitar que la institución se quede acéfala mientras la ALDF abre una convocatoria y se elige nuevo presidente de la Comisión.
En este sentido, la consejera de la CDHDF asegura que uno de sus principales objetivos en este momento -además de hacer público el repudio a los procedimientos que culminaron con la renuncia de Luis González-, es hacerle entender a los legisladores que la consulta no es una concesión, que hay un marco legal que debieron y deben respetar y que los ciudadanos y las organizaciones civiles deben ser considerados en el proceso. Para garantizar lo anterior, la Comisión de Derechos Humanos buscará apoyo de organizaciones internacionales para que vengan a nuestro país a observar el desarrollo del proceso.