Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Rusia, Vladímir Putin, se reunieron por primera vez en años para abordar el tema de la guerra en Ucrania. La cumbre, que se extendió por tres horas en la base aérea de Anchorage, Alaska, concluyó sin un acuerdo de paz, a pesar de que ambos mandatarios la calificaron como “productiva”.
Un encuentro con altas expectativas
Este encuentro forma parte de los esfuerzos de Trump para poner fin a la guerra en Ucrania, un conflicto que ha marcado su regreso a la presidencia. Antes de la reunión, Trump había declarado que no estaría contento si no se llegaba a un alto el fuego, pero al final del encuentro, se mostró complacido con los resultados, aunque sin dar detalles.
Por su parte, Putin aseguró estar “sinceramente interesado” en detener el conflicto, pero también insistió en la necesidad de resolver sus “causas fundamentales”. Ambos líderes se emplazaron a una segunda reunión en una fecha aún no definida.
¿Hubo avances?
Durante una breve rueda de prensa sin preguntas, Trump y Putin destacaron algunos puntos clave:
- Trump señaló que “muchos puntos se acordaron” y que, aunque hay algunos “significativos” que quedaron sin resolver, ve una “buena oportunidad” de solucionarlos.
- Putin expresó su esperanza de que “el entendimiento alcanzado” allane el camino hacia la paz en Ucrania e instó a Europa a no crear “obstáculos”.
- Seguridad de Ucrania: Putin afirmó estar de acuerdo con Trump en que se debe “garantizar la seguridad de Ucrania”.
- Un paso preliminar: Trump ha presentado este encuentro como una especie de reunión preliminar para ver la disposición de Putin para avanzar hacia la paz. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, no fue invitado a la cumbre, pero Trump afirmó que lo informará de los resultados.
Este es el primer encuentro cara a cara entre ambos líderes desde junio de 2019. Aunque no se logró el objetivo principal, la reunión sienta un precedente para futuras negociaciones. La próxima vez, según Putin, será “en Moscú”.
