La medicina viaja en camiones, avionetas, lanchas y hasta motocicletas. El país entero se convierte en un mapa de rutas sanitarias que llevan vida a cada rincón: se trata de las “Nuevas Rutas de la Salud”, un programa logístico del IMSS Bienestar que arrancó su segunda etapa de distribución de medicamentos.
El 22 de septiembre comenzó la entrega de 9 mil 632 kits de fármacos, suficientes para abastecer durante 30 días a 8 mil 342 centros de salud en los 23 estados que ya forman parte del sistema. En total, son mil 132 rutas las que recorren carreteras, ríos y cielos mexicanos para garantizar que el derecho a la salud no se quede en el discurso, sino que llegue en cajas y frascos a las comunidades.
Una logística que rompe fronteras
Alejandro Svarch Pérez, titular del IMSS Bienestar, explicó que el diseño de esta estrategia responde a un modelo científico y ordenado:
“Se trata de un ejercicio de distribución adecuado, racional, uniforme y científico, basado en las normativas de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.
Cada kit está armado con 147 medicamentos esenciales, seleccionados para atender las enfermedades más frecuentes y urgentes. Desde antibióticos y analgésicos hasta insumos básicos, el objetivo es claro: que en ningún consultorio falten los fármacos necesarios para salvar vidas.
Resultados de la primera etapa
En la primera entrega realizada en agosto, el programa ya había mostrado su alcance: 8 mil 61 centros de salud y 578 hospitales fueron abastecidos, con un total de 11 mil 364 kits entregados que representaron más de 28 millones de piezas de medicamentos distribuidas en todo el país. Estas cifras marcaron el precedente de lo que ahora se refuerza con la segunda etapa, consolidando a las Rutas de la Salud como un mecanismo capaz de responder a la magnitud de las necesidades nacionales.
Salud que llega a todos los rincones
La apuesta es ambiciosa: llevar salud a donde antes sólo llegaba la carencia. Con avionetas que cruzan sierras, lanchas que recorren ríos y motocicletas que atraviesan veredas, la misión es que los centros de salud más apartados cuenten con la misma oportunidad que los urbanos.
Con esta red de distribución, México asegura un abasto uniforme que transforma el acceso a la salud en una realidad palpable para millones de personas.
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