La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó la conclusión del proceso de demolición de una presa principal y cinco represas ilegales levantadas en el rancho El Saucito, propiedad del exgobernador César Duarte. De acuerdo con la dependencia, estas estructuras fueron construidas de forma irregular y bloqueaban el acceso al agua de pequeños y medianos productores de la región.
El director del organismo, Efraín Morales López, explicó que las obras hidráulicas se realizaron “al amparo del poder público y político”, lo que derivó en un prolongado procedimiento jurídico que finalmente permitió ejecutar la orden de demolición y liberar por completo el cauce del río.
El funcionario subrayó que el caso evidenció un uso ilegal del agua y un abuso para las comunidades de Chihuahua que dependían del recurso para sus actividades productivas.
“Lo que se hizo fue hacer justicia, de eso se trata este hecho en particular”, afirmó.
Con la demolición ya ejecutada en su totalidad, la Conagua precisó que el flujo del río en la zona quedó restablecido, cerrando así un proceso que se prolongó durante varios años hasta agotar todas las instancias legales.
De acuerdo con la Conagua, las estructuras hidráulicas construidas permitieron que Duarte concentrara millones de litros de agua provenientes del arroyo y de pozos perforados.
La presa principal tenía capacidad para almacenar 3 millones de metros cúbicos de agua, recurso utilizado para el riego de plantaciones de nogales y el abastecimiento de abrevaderos con cientos de cabezas de ganado. Mientras tanto, comunidades cercanas a la propiedad enfrentaban carencias de agua para sus propias actividades.
En su momento, el exmandatario rechazó ser responsable de la construcción irregular y sostuvo que contaba con un permiso expedido por la Secretaría de Agricultura y Fomento a nombre de Crescenciano Duarte Tarín.
