El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres no nació en un despacho ni por decreto espontáneo: es el resultado de décadas de movilización de mujeres latinoamericanas que decidieron convertir el dolor, la desigualdad y la violencia en una causa continental. Este 25 de noviembre, ONU Mujeres recordó el origen histórico y político de la fecha, cuyo reconocimiento global llegó en 1999, cuando la Asamblea General de la ONU la declaró oficialmente.
La explicación fue presentada por Moni Pizani Orsini, Representante de ONU Mujeres en México, durante su intervención en la Mañanera del Pueblo de este martes, encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, donde subrayó el significado profundo del 25N y su impacto actual.
Una fecha que nació en América Latina
Pizani recordó que el impulso inicial surgió en los años 80, cuando organizaciones de mujeres y feministas de América Latina y el Caribe comenzaron a colocar la violencia contra las mujeres en el centro del debate político y de derechos humanos.
Señaló que el primer encuentro feminista latinoamericano en Bogotá, en 1981, fue determinante. Ahí, por primera vez, se declaró el 25 de noviembre como una jornada continental de denuncia, tomando como símbolo el asesinato de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, conocidas como “Las Mariposas”, asesinadas en 1960 por la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.
“El reconocimiento internacional del 25N llegó en 1999, cuando la Asamblea General de la ONU lo decretó, luego de los movimientos de mujeres en América Latina”, expresó.
La fuerza de la memoria y la política feminista
De acuerdo con la representante de ONU Mujeres, el peso histórico del 25N radica en que surgió desde abajo, como un acto político construido por mujeres que denunciaban una violencia estructural, cotidiana y extendida.
Explicó que los encuentros feministas regionales permitieron comprender que la violencia no eran casos aislados, sino un problema sistemático, con expresiones que van desde la violencia sexual hasta el feminicidio, incluyendo nuevas formas como las agresiones a través de tecnologías digitales.
Los 16 días de activismo: un movimiento global
Pizani recordó que en 1991 nació la campaña internacional de los 16 días de activismo contra la violencia de género, impulsada por el Center for Women’s Global Leadership, y que estableció un periodo del 25 de noviembre al 10 de diciembre (Día de los Derechos Humanos). El objetivo: hacer visible que la violencia contra las mujeres es una violación directa de los derechos humanos.
Con el reconocimiento de la ONU en 1999, la fecha quedó institucionalizada y, a partir del 2008, con la campaña Únete, se fortaleció un movimiento global que involucra a gobiernos, organismos internacionales, sociedad civil y comunidades completas.
El mensaje de México al mundo
Durante su intervención, Pizani destacó el compromiso mostrado por el país con esta agenda:
“Esta fecha nos encuentra en un país que se ha propuesto ser una república de y para las mujeres, y con una presidenta cuyo liderazgo es referente no solo a nivel regional, sino a nivel mundial”.
Añadió que México envía un mensaje claro al mundo:
“Ningún proyecto de nación es compatible con la violencia contra las mujeres.”
Afirmó que ONU Mujeres y todo el sistema de Naciones Unidas continuarán acompañando al gobierno mexicano los 365 días del año, con la meta de que cada calle, escuela, casa y espacio digital se conviertan en entornos de libertad y dignidad para todas.


