Dra. Ilse Backhoff Pliego / Colaboradora
(03 de septiembre, 2014).- Es sabido que una buena alimentación ayuda a mejorar la salud de una persona y le aporta todos los nutrientes necesarios para que su cuerpo desempeñe sus funciones de forma eficaz. La salud de los ojos es sumamente importante para tener buena visión y desarrollar la mayoría de las tareas cotidianas.
Si pensamos en permanecer sanos cuando envejezcamos, nos concentramos primero en el corazón, cerebro y huesos. Pero un envejecimiento saludable también supone ver bien el futuro.
Mantener una vista sana es una manera importante de ayudar a prevenir enfermedades oculares relacionadas con la edad, como la degeneración macular, síndrome de ojo seco, cataratas y problemas con la visión nocturna.
Mientras estamos jóvenes y nos alimentamos balanceadamente, no necesitamos considerar suplementos alimenticios. Sin embargo, con la edad, nuestro cuerpo puede dejar de absorber adecuadamente ciertas vitaminas, por lo que es aconsejable ingerirlas a través de polivitamínicos.
Las vitaminas y antioxidantes que están relacionadas con el buen funcionamiento de la vista son: la vitamina A, la riboflavina o B2, vitamina C, vitamina E, vitamina B12 (cobalamina), vitamina B6 (piridoxina), el omega 3, la luteína y zexantina.
La vitamina A no sirve para evitar problemas refractivos (el uso de lentes) sino para la transmisión de las células de la retina.
Esta vitamina se encuentra en los productos animales, como lácteos, huevos, pescado e hígado; en verduras y frutas como zanahoria, camote, espinacas, col risada, calabaza y mango; y ayuda a mantener sana la conjuntiva, una membrana transparente que cubre la parte anterior del globo ocular y evita la sequedad de la misma que se conoce como xerostomía.
Además contribuye a la formación de la rodopsina, que nos ayuda a percibir luz en condiciones de poca luminosidad, como la obscuridad.
Las vitaminas C, E y B12, por su parte, funcionan principalmente como antioxidantes e inciden positivamente sobre el cristalino, disminuyendo el riesgo de presentar cataratas. También ayudan a evitar la degeneración macular.
Entre los alimentos ricos en estas vitaminas están la papaya, kiwi, cítricos, aceites vegetales, frutos secos, el tomate y los es párragos.
La vitamina B12, es necesaria para la integridad de las mucosas y en forma especial para la córnea del ojo, por su actividad oxigenadora.
Esta vitamina se encuentra en productos como la leche, verduras y harina integral.
El aguacate, plátano, zanahoria y arroz integral, son ricos en la vitamina B6 que tienen como objetivo fundamental evitar el ojo seco.
El papel fundamental de la luteína y zexantina (carotenoides) es evitar daños en las membranas de las células de los tejidos del ojo y nos permiten tener una visión central aguda. Se puede mejorar el aporte de estos carotenoides a través de la ingesta de productos que los contengan, como la col rizada, espinacas, acelgas y brócoli.
Estudios de observación indican que una dieta alta en luteína y zexantina podría reducir tanto el riesgo de catarata como de degeneración macular relacionada con la edad.
Por último y no menos importante, mencionaremos los grandes beneficios del ácido graso, llamado omega 3. Es un elemento importante en las membranas celulares, manteniéndolas flexibles y es esencial para el crecimiento y la regeneración celular. Además podría basarse en su carácter antiinflamatorio.
La mayor parte del omega 3, lo obtenemos del pescado grasoso como son el salmón, sardina y atún.
Para proteger los ojos no basta con tener una dieta saludable. Es importante evitar los factores de riesgo, como las radiaciones solares, que pueden ser muy perjudiciales para los tejidos oculares, y los ambientes cargados de humo, calor o frío excesivo.