Mientras algunos panistas se desgarran las vestiduras pidiendo “honestidad”, el exgobernador de Guanajuato, Diego Sinhue anda estrenando mansión en Texas, cortesía, muy conveniente, de uno de sus contratistas favoritos. Así lo soltó sin rodeos Luisa María Alcalde, presidenta de Morena, quien esta semana decidió recordarle al país que la hipocresía azul no conoce fronteras.
En su podcast La Moreniza, Alcalde comparó la historia de Sinhue con la famosa Casa Blanca de Peña Nieto y Angélica Rivera.
“Era contratista favorito, con grandes contratos del gobierno federal y le deja una mansión… Y fue todo un escándalo”, recalcó.
Para la dirigente guinda, no hay mucha diferencia: antes Televisa, hoy SeguriTech, la receta es la misma.
Pero eso sí, silencio absoluto del PAN.
“¿Qué ha dicho el PAN? ¡No a nosotros! ¿Qué le han dicho al pueblo de Guanajuato? ¿Cómo es posible que estas cosas sucedan?”,
preguntó Alcalde, poniendo el dedo en la llaga de un partido experto en guardar la lengua cuando le conviene.
Imelda Castro, senadora de Morena, no se quedó atrás y acusó a Jorge Romero, líder panista, de guardar la cabeza bajo tierra, como si no oliera nada. Total, dice, forma parte del famoso Cártel Inmobiliario en la CDMX, así que escándalos de propiedades de lujo no le asustan.
Por si faltara sal, Camila Martínez, secretaria de Comunicación de Morena, recordó que mientras Sinhue vivía en Guanajuato, el estado se mantenía en la cima de la violencia nacional. Ahora, lejos del calorcito del Bajío, el exmandatario descansa en una casa de más de un millón de dólares, pagada, según señalan, con favores a contratistas generosos.
La cereza: la gobernadora panista actual, Libia García, no tuvo de otra más que decir que “se investigue”, o si este escándalo acaba guardado en un cajón texano bien alfombrado.
