Por: Valentina Pérez Botero
Twitter: @vpbotero3_0
La protesta frente a unas oficinas vacías. Mientras movimientos estudiantiles, campesinos y científicos protestaban frente a las oficinas de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) en la capital mexicana, su director José Graziano Da Silva iba rumbo a la residencia presidencial para reunirse con Enrique Peña Nieto y su gabinete con el fin de avalar la estrategia de la Cruzada Nacional Contra el Hambre.
La protesta le daba todavía un voto de confianza a Graziano, quien lleva sólo un año en su cargo, pero insistía sobre las inconsistencias de la cruzada gubernamental y las transnacionales que lo acompañan –Nestlé y PepsiCo–, y rechazó categóricamente la entrada de transgénicos al país.
Jonathan Martínez, asociado de programas de la FAO, salió a recibir la carta en que las organizaciones puntualizan sus demandas. Martínez se comprometió a que la carta llegará a Graziano para que éste pueda interceder por México en la cancelación de las autorizaciones de siembra piloto y experimental de maíz transgénico, se eleve a nivel constitucional la prohibición de transgénicos –introducción, producción, circulación y fomento de consumo– en el país y se considere cualquiera de estos actos como delitos graves.
La protesta culmina las Jornadas en Defensa del Maíz, coordinadas por #YoSoy132ambiental, Red en Defensa del Maíz, Jóvenes ante el Desastre y la Emergencia Nacional y múltiples organizaciones campesinas y científicas de la sociedad civil que ven con preocupación que Monsanto, acompañado de otras cinco empresas de la agrobiotecnología, logren la siembra comercial de maíz transgénico en el país que es centro de origen y diversificación de este grano vital para la humanidad.
Las mismas organizaciones ya se habían manifestado en marzo frente al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México (ACNUDH) para que “se pronunciara ante esta grave amenaza al país” que afecta ”los derechos humanos de los mexicanos”, de acuerdo con #YoSoy132ambiental.