El director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Víctor Rodríguez Padilla, ha puesto sobre la mesa un tema de seguridad nacional: la fuerte dependencia de México del gas natural importado de Estados Unidos. En el Foro Nacional de Energía, el funcionario advirtió que esta situación convierte a México en un país vulnerable, pues importa hasta el 96% de su consumo de gas, un recurso esencial para generar más del 60% de la electricidad en el país.
La paradoja: gas y ‘fracking’
Rodríguez Padilla explicó que la dependencia es un riesgo real, citando dos episodios en los que Estados Unidos cortó el suministro de gas, uno en el 2000 y otro en 2021, lo que provocó apagones y paralizó la industria en México. Ante este panorama, el director subrayó la importancia de buscar los hidrocarburos que el país necesita donde sea que se encuentren.
Este comentario surgió en el contexto de la presentación del Plan Estratégico de Pemex 2025-2035, que contempla evaluar todo el potencial de gas del país, incluyendo los yacimientos no convencionales. Sin embargo, de forma contradictoria, Rodríguez Padilla negó rotundamente que Pemex vaya a utilizar la polémica técnica de fracking, que es necesaria para extraer gas de este tipo de yacimientos. Aseguró que su estrategia se centrará en los yacimientos convencionales, ubicados principalmente en las Cuencas del Sureste y Veracruz.
El plan de Pemex: transición energética y tecnología
La estrategia de Pemex, según Rodríguez Padilla, es transformar a la empresa de ser únicamente petrolera a una “compañía energética más integral”. En este camino, se busca reducir la dependencia de Estados Unidos y aprovechar los recursos propios. Para ello, se trabajará en yacimientos de “geología compleja”, que si bien requieren de tecnología avanzada e inversiones, no son yacimientos no convencionales.
El director también destacó la recuperación del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) como el brazo tecnológico de Pemex y mencionó la apuesta por el bloque Trion, un yacimiento en aguas profundas que se espera que produzca una gran cantidad de barriles diarios. Aunque la información parece contradecirse en algunos puntos, la postura oficial es clara: el fracking no está en los planes de Pemex, a pesar de la gran necesidad de gas para garantizar la seguridad energética del país.