Santiago Eguía
(01 de julio, 2014).- “¡Que se besen! ¡Que se besen!”, fueron los gritos de los espectadores en el partido de Alemania Federal vs Austria, en el mundial de España 82. Era el último partido de la fase de grupos y el estadio de Molino de Gijón fue testigo del partido más polémico del fútbol.
Si Alemania vencía por la mínima diferencia a Austria, ambos equipos serían acreedores a un boleto para jugar los octavos de final. Después de un pacto entre esas escuadras, ese fue el resultado: 1-0, favor Alemania. Con este marcador los teutones empataron en puntos a su rival, y el pase se definió por diferencia de goles: Alemania terminó en primer lugar con +3, Austria en segundo con +2 y Argelia quedó fuera con 0.
Argelia, un día antes le había ganado a Chile y estaba a las esperas del marcador entre los rivales europeos de su grupo. Para poder clasificar necesitaba que Alemania le anotara más goles a Austria y así los africanos podrían superarlos por diferencia de goles, pero con un gol, sólo se beneficiaron los del viejo continente.
En 2007, Hans-Peter Briegel, exjugador alemán, declaró: “Me disculpo por aquello, Alemania hizo trampa para descalificar a los de Argelia. Sólo me puedo disculpar ante los argelinos, ellos merecían clasificarse a la segunda fase.”
Después del gol de Horst Hrubesch al minuto 10, ya no pasó nada en el partido. No había ataques ni intenciones de robar el esférico. Sólo se veían intercambios de palabras amistosos entre jugadores y susurros y risas entre ellos.
La desesperación de los aficionados era la anfitriona del partido. “¡Fuera, Fuera!”, gritaron los espectadores. Incluso, en algún momento del partido el grito que sucumbió el estadio fue el de “¡Argelia, Argelia!”
Algunos argelinos lanzaron billetes a la cancha al sentirse ofendidos por el desempeño de los equipos y porque la consecuencia de ese resultado era la eliminación de su país.
Los cronistas deportivos del partido también estaban molestos. El alemán Eberhard Stanjek, de la ARD se negó a seguir narrando por la “actitud penosa” de los equipos, y el austriaco Robert Seeger le ordenó al aire a la audiencia que apagaran sus televisiones.
A partir de ese juego, la FIFA dictaminó que los últimos partidos de la fase de grupos se jueguen a la misma hora.
En ese mundial, Argelia le ganó a Alemania y a Chile en la fase de grupos, pero aun así no calificó por el pacto entre los europeos. El día de ayer, Alemania venció a Argelia en los octavos de final del mundial Brasil 2014. De esta forma, los africanos no lograron conseguir la venganza de Gijón.
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Foto: infobae.com