“El respaldo de Enrique Peña Nieto a José Antonio Meade Kuribreña mediante el ‘dedazo’ no necesariamente favorecerá al futuro candidato del PRI para la Presidencia de la República ya que, los mexicanos repudian el balance de la administración actual y del presidente“, señala este jueves en un artículo la revista norteamericana The Economist.
La publicación recordó que Meade no tiene garantías de ganar las elecciones por dos razones: el repudio a Peña Nieto y el hecho de que Andrés Manuel López Obrador, el dirigente de Morena, siga a la cabeza de las intenciones de voto.
“Los votantes opinan que (Peña Nieto) no ha hecho lo suficiente para combatir el crimen y la corrupción y, después de un escándalo de conflicto de interés, dudan de su honestidad”, apuntó. Añadió que los dos mil 371 asesinatos registrados en octubre –la cifra más grave en la historia reciente– “hace burla de la promesa de reducir a la mitad la tasa de homicidio que hizo Peña Nieto en 2012”.
Para ganar, Meade Kuribreña tendrá que protagonizar un juego de balanceo político “horriblemente tramposo”, que consistirá en atraer los votos del PAN y usar al mismo tiempo la “formidable maquinaria electoral” del PRI sin decepcionar a los militantes, según el artículo. Además, el semanario planteó que, de acuerdo con algunas voces críticas, el exsecretario de Hacienda será visto como “cómplice de la corrupción, porque no la denunció en el gobierno de Peña Nieto”, a la par de que su estilo de “discurso suave” no movilizará los votos.
Sea quien sea, “el próximo presidente tendrá que lidiar con una disparada tasa de criminalidad, el enojo respecto a la corrupción, una economía débil y Donald Trump, quien en ese entonces podrá haber decidido desaparecer o cambiar de manera drástica el TLCAN”, anticipó The Economist.