Redacción / @Corazon3_0
(23 de junio, 2014).- Miguel Herrera recibió un zombie en diciembre y lo convirtió en uno de los mejores 16 equipos del mundo. Con autoridad, las piernas firmes, los huevos puestos y la serenidad a plomo, México hizo pequeñita a Croacia y la derrotó 3 – 1 para sellar su boleto a los octavos de final de Brasil 2014, donde el ‘Cielito Lindo’ aún retumba en Recife, testigo de la sexta clasificación consecutiva del ‘Tri’ a la segunda ronda en mundiales desde Estados Unidos 1994.
Croacia habló mucho en la previa. Hablaban de mejores porteros que Ochoa y de ser más equipo, hombre por hombre y en colectivo. Jugaron su partido con las declaraciones, crecidos por su estirpe europea, ignorantes de que si México es del tercer mundo es por otras cosas, no por su futbol.
Ya con la pelota en juego fue otra cosa. Los necesitados eran ellos y lo intentaron, pero sin hacer temblar a nadie. Guillermo Ochoa no tuvo que emplearse a fondo en el primer tiempo porque la tarea de Héctor Moreno, ‘Maza’ Rodríguez y Rafael Márquez fue para enmarcar. Ni siquiera se notó que Miguel Layún tuvo pánico escénico todo el partido. Los tres centrales mexicanos jugaron sin errores, precisos, puntuales y seguros. Ayudados por un Paul Aguilar con alas de ángel a la hora de salvar jugadas sobre la raya.
México no atacó en el primer tiempo, pero hizo su parte. Mitigar el ímpetu de los croatas, que para el complemento ya no estaban tan seguros de ser superiores a los mexicanos. Guiados por Héctor Herrera, quien puso a temblar el travesaño en el primer tiempo, México fue más sereno con la pelota en el segundo tiempo. Guardado se enganchó y de repente, el volumen de juego llegó.
Con la cancha inclinada, Rafael Márquez se elevó como si tuviera 23 años (tiene 35, pero da igual), para clavar con un martillazo de cabeza el primer gol mexicano, el que rompió a Croacia. Clave fue el ingreso de Javier Hernández, quien inició la jugada del segundo gol, servido por Peralta y rematado por Guardado, con dedicatoria incluida para Niko Kovac. México fue una llamarada de futbol e incendió el partido en siete minutos. CH14 anotó el tercero tras una peinada de Márquez en tiro de esquina.
Perisic adornó el marcador para el pisoteado orgullo croata. Ganaron en la previa con sus declaraciones, pero en la cancha, donde importa, México dejó de ser el zombie que Miguel Herrera recibió en diciembre y se convirtió en un animador ya del Mundial. El quinto partido aún es una utopía. Holanda está en medio y parece invencible. Pero nadie sabe que pasa cuando un zombie verde ha despertado.
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