A través de un comunicado, la agencia de calificación crediticia, Moodys Investors Service, anunció hoy que la calificación de Grupo Televisa S.A.B. bajó de ‘Baa3’ (bono basura) a ‘Ba1’ (riesgo de crédito especulativo).
Igualmente, asignó ‘Ba1’ a la calificación de Familia Corporativa (CFR por sus siglas en inglés). La perspectiva de la calificación se mantiene negativa.
Pago de deuda no es suficiente para compensar disminución de ingresos
Con esta calificación, Moody’s considera que la entidad tiene una probabilidad moderada de incumplimiento en sus obligaciones financieras, pero no es tan alta como para ser considerada de muy alto riesgo.
Moody’s indicó que, si bien Televisa ha estado pagando su deuda, eso no ha sido suficiente para compensar la disminución de los ingresos a medida que el número de suscriptores cae en todas las líneas del negocio.
“Las RGU (unidades generadoras de ingresos) totales disminuyeron 6.3 por ciento y las RGU del segmento de cable de banda ancha cayeron 1.2 por ciento en marzo de 2025, en términos interanuales”, explicó.
También refirió que las calificaciones Ba1 de Televisa se sustentan en su trayectoria de gestión financiera conservadora, que incluye una sólida liquidez, una generación positiva de flujo de efectivo libre (FCF) y un perfil de vencimientos cómodo.
La segunda rebaja de calificación en dos años
Tan solo Sky registró más de 330,000 desconexiones en el primer trimestre del año. Asimismo, la unidad de cable Izzi se enfrenta a una creciente competencia y a una disminución de suscriptores.
Esta es la segunda rebaja de calificación de Moody’s en dos años, y se produce después de que la agencia global de calificación crediticia, Fitch, rebajara la calificación crediticia de Televisa a BBB- en diciembre, un nivel por encima de la calificación basura.
El índice Standard & Poor’s 500 Index (S&P) califica a Televisa un nivel más arriba, en BBB.
Por último, la Moody’s señaló que, a largo plazo, las calificaciones podrían mejorar si Televisa ejecuta su estrategia, con un crecimiento de suscriptores de banda ancha, al menos en línea con la industria, lo que posiciona a la compañía para soportar presiones adicionales en el negocio de DTH.
