La disputa por la dirigencia nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) reflejó los peores vicios del Partido de la Revolución Democrática (PRD), ya que Mario Delgado y Porfirio Muñoz Ledo en lugar de buscar la unidad del partido siguen atacándose mutuamente, lo que debilita la imagen del instituto político guinda.
Desde que el partido fue incapaz de organizar sus propios procesos de renovación y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordenó que el Instituto Nacional Electoral (INE) organizara la elección de la dirigencia nacional de Morena mostró las deficiencias en los marcos organizativos de Regeneración Nacional.
Mientras Morena mantiene disputas permanentes por parte de Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado, el partido en distintos estados está abandonado como sucedió en Hidalgo y Coahuila, donde Morena dejó de ser la principal fuerza política y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se ubicó como el partido predominante, lo que exhibe la ausencia de un liderazgo que encamine el rumbo del partido.
La dirigencia de Yeidckol Polevnsky fue señalada por los grupos internos de Morena por fijar alianzas con actores políticos contrarios a los que pregona el partido, por lo que ante las modificaciones en los estatutos internos del partido, finalmente el TEPJF la removió para nombrar como dirigente interino a Alfonso Ramírez Cuellar.
Sin embargo, su dirigencia debió durar sólo cuatro meses, pero ante las irregularidades en el proceso interno para renovación de la dirigencia, nuevamente tuvo que intervenir el TEPJF para evitar que se presentaran más irregularidades y con la encuesta del INE se debe establecer al nuevo responsable del partido.
Morena debe buscar un liderazgo capaz de unir a la militancia, dejar a un lado los intereses personales para buscar el beneficio colectivo, retomar el trabajo de campo, así como no permitir el ingreso de grupúsculos que pretendan utilizar al partido como un trampolín político y dejar de pensar que con la imagen del presidente Andrés Manuel López Obrador ganarán, ya que no aparecerá en la boleta electoral y esto debe ser tratado a tiempo para evitar un descalabro mayor en 2021.
El próximo año será el examen más importante de Morena, ya que se renovarán 16 gubernaturas, así como la Cámara de Diputados federal, por lo que la posibilidad de acción de gobierno dependerá de la forma de cohesión que logre Morena en los siguientes meses o de lo contrario está destinado a perredizarse y padecer los problemas destructivos que lo erosionan.
Si Morena no deja a un lado sus intereses particulares y opta por seguir una agenda ciudadana de campo, realizando trabajo territorial y fortaleciendo las estructuras, está destinado a desaparecer y partidos como el PRI seguirán aprovechándose de esa situación.