(09 de junio, 2014).- Regresaron las finales de la NBA y ayer Miami Heat igualó la serie 1-1 al derrotar a los Spurs de San Antonio 98-96 como locales en el AT&T Center. LeBron James fue una vez más el guía que condujo a los de Florida a la victoria y ahora regresarán a disputar los siguientes dos partidos en casa con la serie empatada.
El equipo texano terminó como líder de la conferencia oeste y durante la postemporada eliminó a los Dallas Mavericks, Trail Bllazers de Portland y en la final de conferencia dejaron fuera al Thunder de Oklahoma.
Por su parte, Miami terminó como el segundo mejor de la conferencia este, debajo de Indiana Pacers, equipo al que le ganaría la final de conferencia después de eliminar a unos débiles Bobcats de Charlotte y a los Nets de Brooklyn.
Sin embargo, la fórmula que han utilizado ambos equipos para llegar hasta las finales del mejor basquetbol del mundo por segunda ocasión consecutiva ha tenido marcadas diferencias. Los 15 integrantes del Heat son de nacionalidad estadounidense y todos han desarrollado su juego en ese país, mientras que en el equipo texano 8 de los 15 jugadores son de nacionalidad extranjera.
Tiago Splitter (Brasil), Tony Parker y Boris Diaw (Francia), Patty Mills y Aaron Bynes (Australia), Cory Joseph (Canadá), Emanuel Ginobili (Argentina) y Marco Belinelli conforman la lista de jugadores foráneos. El capitán del equipo, Tim Duncan, nació en las Islas Vírgenes de Estados Unidos, territorio ubicado en el caribe dependiente de aquel país. Incluso la base del equipo texano está conformada por jugadores no nacidos en territorio estadounidense; Ginobili, Parker y Duncan, son los tres jugadores más importantes de los Spurs.
El efectivo juego y empatía entre estos tres jugadores que ha dado grandes resultados al histórico equipo de San Antonio, contrasta con la juventud de la franquicia de Florida y su equipo armado para ganar. Aunque el Heat también cuenta con un temible trío conformado por Dwyane Wade, Chris Bosh y LeBron James, es este último jugador del que depende el Heat en su mayoría.
La dependencia de Miami Heat sobre LeBron James es notable en casi todos los juegos del equipo de Florida. Tan sólo en la final de ayer, el astro del Heat anotó 35 puntos de los 98 totales, aparte de los 10 rebotes y 3 asistencias conseguidas. Bosh y Wade anotaron 18 y 14 puntos y los 31 restantes entre Rashard Lewis, Ray Allen, Norris Cole, Mario Chalmers y Chris Andersen.
Por su parte, el juego de los Spurs de San Antonio muestra una mayor distribución estadística entre sus estrellas, con un Tony Parker que anotó 21 puntos, Ginobili 19 y Tim Duncan con 18. Los 38 puntos restantes se dividieron entre 6 jugadores de los Spurs, que al contrario del Heat, denota menor concentración de puntos en un sólo jugador y muestra mayor aportación de puntos, rebotes y asistencias por parte de todos los integrantes del equipo texano.