Los siguientes conceptos en ocasiones se confunden: eyaculación femenina y orgasmos a chorro o squirt, no son lo mismo.
Una investigación realizada por el biólogo mexicano Alberto Rubio-Casillas, y el sexólogo italiano Emmanuele Jannini, demostró las diferencias entre estos fluidos.
Ellos dieron seguimiento a una voluntaria de 43 años que podía producir ambos tipos de fluidos cuando alcanzaba el clímax. Ella estuvo de acuerdo en facilitar algunas muestras íntimas para el laboratorio. Veamos los resultados:
En lo que los autores denominan ‘auténtica eyaculación femenina’, la próstata femenina (también conocida como glándula de Skene) produce un fluido lechoso.
Se trata de un punto situado en los pliegues de los labios, en la parte delantera de la vagina, cerca de la abertura uretral.
Según los investigadores, la composición bioquímica de este fluido puede equipararse al semen masculino.
¿Qué es un orgasmo a chorro o squirt?
El orgasmo a chorro se asocia normalmente a la estimulación del punto G, un área de la vagina de la que todavía no se comprueba su existencia.
Este tipo de orgasmos pueden producirse tocando o golpeando la vulva como se hace en la técnica amatoria centroafricana kunyaza.
Durante el orgasmo, puede que se produzca un torrente de más de medio litro, según la experta ruandesa Nsekuye Bizimana (no obstante, Rubio-Casillas y Jannini sostienen que se producen unos modestos 125 ml).
El líquido transparente originado en el posiblemente impresionante ‘orgasmo a chorro’. No es amarillo y tampoco huele a orina.
No obstante, este fluido sale tanto a través de la uretra como de su alrededor. Y, las pruebas revelaron que sí contenía ácido úrico y otros componentes químicos que se hallan en la orina.
Esto significa que a pesar de que algunos lo quieran negar categóricamente, el fluido del orgasmo a chorro debe provenir de la vejiga, comentan los investigadores, y de hecho, es una forma de pis muy diluido.