La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo afirmó que con la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que avaló la reciente elección en ese poder, “se terminó una era y comienza otra, libre de corrupción, nepotismo y privilegio”.
Durante la Conferencia del Pueblo, la mandataria subrayó que la llegada de nuevos jueces, magistrados y ministros marca un cambio de fondo: ahora deberán rendir cuentas al pueblo, pues fue la ciudadanía quien los eligió.
“Es muy bueno para México lo que ocurrió”, sostuvo.

Sheinbaum recordó que algunos sectores intentaron frenar el proceso, pero el fallo del tribunal puso fin a esos intentos. Reiteró que la reforma judicial es “muy profunda”, porque busca consolidar un verdadero Estado de derecho, en el que los jueces impartan justicia con base en la ley y no en intereses personales.
La presidenta también cuestionó la postura de ciertos actores políticos y mediáticos de derecha y ultraderecha, quienes han tratado de descalificar a los nuevos integrantes del poder judicial. Entre ellos al próximo presidente de la Suprema Corte, Hugo Aguilar, a quien señalaron que habría llegado al cargo “por ser cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador”. Sin embargo, se ha enfatizado que además de contar con experiencia en su ramo, tiene un historial de trabajo con pueblos originarios que lo respaldaron en la elección.

Finalmente, la mandataria insistió en que la decisión del tribunal abre paso a una nueva etapa para el país: un poder judicial renovado, vinculado al pueblo y comprometido con la justicia, tras décadas de prácticas que calificó como herencia del período neoliberal.
