(19 de octubre, 2014).- Los municipios de León e Irapuato han registrado un alarmante aumento en la tasa de desapariciones de mujeres, colocándose así entre los 32 municipios con las cifras más altas de la República Mexicana; en cuatro años de cuatro casos de mujeres desaparecidas, ahora la ciudad zapatera presenta 140.
Según una estadística de los analistas Jessica Zarkin y José Merino publicada en el portal Animal Político, existe un preocupante acrecentamiento de desapariciones en 333 municipios, en comparación con el año 2011, último período en que hubo un incremento brusco en esta tasa.
Penosamente, el estado de Guanajuato, se encuentra en el tercer lugar de las listas con mayor número de desaparecidos, incluso dividiendo las listas por género, el estado mantiene la tercera plaza, tanto en mujeres como en hombres.
Cabe señalar que el estado se posicionó en el sexto lugar en este problema durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, situado entre Sinaloa y Tamaulipas, según los datos del Convenio de Colaboración para la Unificación e Integración en Materia de Personas no Localizadas.
Esta estadística empeoró para el 2013, ya que Guanajuato escaló a la cuarta posición, colocándose solo debajo del Distrito Federal, Jalisco y Michoacán. Bajo esta estadística, de los mil 618 casos registrados, al estado le corresponden 225 desapariciones, 142 mujeres y 83 hombres. Teniendo mayoría las mujeres de 12 a 24 años de edad.
León e Irapuato, con alarma
Sin embargo, de este listado de 333 ciudades, existe una “elite” de 32 municipios los cuales han tenido un crecimiento ininterrumpido en esta tasa durante tres años consecutivos. En este listado perfilan las ciudades guanajuatenses de León e Irapuato.
Más preocupante aún, es que el municipio gobernado por Bárbara Botello Santibáñez se posiciona en el quinto lugar en el alza de desaparecidos, mientras la capital de las fresas, se encuentra en el lugar 23 a nivel nacional.
Ambos municipios también perfilan en la “extracción” realizada, al dividir el listado en desapariciones de hombres y mujeres. En el que son 22 municipios con aumento en la tasa masculina, y 19 en el caso del sexo femenino. En este último listado se encuentra la áspera estadística que en León se cerrará el 2014 con 140 mujeres desaparecidas, a diferencia del año 2010, en el que la ciudad registró solamente la cantidad de cuatro.
¿Y las autoridades?
El estado ha tenido oscuros capítulos en materia desapariciones, citando algunos como los de José Luis y Antonio, secuestrados en Cortazar, o el asunto de los siete cazadores leoneses desaparecidos en el Plateado de Joaquín Amaro, Zacatecas.
En estos y otros casos, que ya cuentan con cierta antigüedad (1 y 4 años, respectivamente), los familiares continúan exigiendo respuestas a los dirigentes, tanto locales como estatales.
Respecto a ese tema, antier, el gobernador del Estado de Guanajuato, Miguel Márquez Márquez, declaró que las desapariciones son atendidas por autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR), en razón que se trata un asunto federal.
A pesar de esto, el originario de Purísima, sostiene que el Gobierno del Estado se encuentra dando debido seguimiento a estos casos.
Contrario a esto, la alcaldesa de León, Bárbara Botello, aseguró desconocer este tipo de peticiones, específicamente en el caso de los siete cazadores, a pesar de mencionar que en su administración, existe el apoyo para quien lo solicite.
“No sé qué es lo que necesitan o qué es lo que requieran. Aquí, como a todos los leoneses que vienen con una solicitud en concreto, y de acuerdo a nuestras atribuciones, siempre apoyamos al que lo pide”.
Los casos de guanajuatenses desaparecidos se suman a los que se han presentado en diversas entidades federativas; el número nacional escaló 43 lugares de manera reciente, se trata de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero que desaparecieron en la ciudad de Iguala.
En su columna, Jessica Zarkin y José Merino concluyen diciendo:
“Lo que sucedió en Iguala es incuestionablemente trágico, justo por ello debemos evitar que, como de costumbre, la atención se limite a lugares en donde hay mucha luz mediática posterior a la ocurrencia de episodios brutales de violencia”.
