En tierras potosinas, la presidenta Claudia Sheinbaum dejó claro que la voz del pueblo ya no se calla ni en la Suprema Corte. Desde Rioverde, San Luis Potosí, la presidenta defendió de frente el hecho de que ahora las y los mexicanos decidan en las urnas quienes serán los ministros y ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“¿Miedo a qué? ¡A la democracia nunca!”, soltó la mandataria mientras inauguraba la Torre del Hospital General IMSS-Bienestar. Entre aplausos, Sheinbaum recordó que por años los ministros se repartían como botín entre unos cuantos privilegiados. Hoy, insiste, toca devolverle ese poder a la ciudadanía.
El mensaje fue directo para quienes aún sueñan con dictar sentencias a puerta cerrada:
“Se acabó el amiguismo. Ahora, el juez responde al pueblo”, aclamó ante médicos, enfermeras y familias beneficiadas por el nuevo hospital.
Acompañada de Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación; David Kershenobich, secretario de Salud y Alejandro Svarch, titular del IMSS-Bienestar, Sheinbaum pintó la escena de la Cuarta Transformación: un México que ya vivió su Independencia, su Reforma, su Revolución y que ahora empuja su propia sacudida histórica.
La presidenta recordó los años del neoliberalismo, de 1982 a 2018, como la etapa de las “ventas de garaje”: fábricas entregadas al mejor postor, producción nacional hecha trizas y un sistema de justicia amarrado a los intereses de siempre.
Hoy, prometió, el rumbo es otro: más hospitales, más programas sociales, más oportunidades para mujeres y estudiantes. Y una Corte que deje de servir a unos pocos para responder a millones.
“Hay quienes están nerviosos porque se les acabó la llave de la justicia a modo”, soltó Sheinbaum sin filtros. Y remató: “La democracia es gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo de México. Punto”.
El acto en Rioverde fue más que la apertura de una torre médica: fue la confirmación de que el plan de la presidenta Sheinbaum va en serio. Ni chantajes, ni viejas prácticas, ni pactos de élite.
Desde la pensión Mujeres Bienestar hasta el programa Salud Casa por Casa, la presidenta reiteró que su proyecto de país no retrocede un milímetro.
Y si a algunos les incomoda perder el control de los jueces, Sheinbaum lanza la pregunta que resuena de norte a sur: ¿A quién le asusta la democracia cuando el pueblo manda?
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