(16 de abril, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- Concebir una cultura de paz a partir de una mediación de conflicto comunitaria es posible. El Centro de Seguridad Urbana y Prevención (Cesup S.C.), refirieron sus miembros, apuesta a una cultura de paz a pesar de un contexto como en México, donde se prioriza la guerra.
En México, un país que tiene 5 de las 10 ciudades más violentas del mundo, la mediación del conflicto se vuelve fundamental, señalaron Luz Paula Parra y Pavel Vallejo, miembros del Cesup, quienes mediante su labor diaria, manifiestan su convicción de apostar por una paz positiva.
“Tenemos que aprender a relacionarnos de forma no violenta, aprender a convivir de otra manera, porque ni la educación ni el contexto han contribuido a esa cultura”, señaló Parra refiriendo a la predominancia del concepto de paz interpretado desde la ausencia de balas, de guerra, del crimen organizado y no de acciones que cambien el paradigma de abordar el conflicto de manera distinta a la violencia, pues dice, el conflicto “puede ser una oportunidad de cambio, de crecimiento”.
La violencia, añade, “sí tiene el fin de dañar, lastimar, dominar al otro o a la otra”, razón por la cual insistió, debe entenderse que el conflicto existe intrínseco a la diversidad, y su mediación puede prevenir la violencia. “Si bien entendemos que no todos los conflictos se pueden resolevr, sí se pueden transformar si tenemos las herramientas y la convicción de que puede ser abordado de distintas formas”.
“Nos hemos dado cuenta que esta convicción sobre las acciones de mediación, nos orilla a entender que la paz no va a suceder por generación espontánea”, agrega Pavel Vallejo. Y es que advierte que se requiere de escuelas de paz, de un presupuesto, de tiempo, “tanto o más como el que se le ofrece a la guerra, a la violencia”.
Una de las formas de abordar el conflicto, precisa Vallejo, es la mediación comunitaria.
A través de estrategias precisas, el Cesup busca mediar el conflicto. Capacitar y sensibilizar sobre las herramientas de diálogo, el establecimiento de centros de mediación comunitaria y de redes de mediadores comunitarios por barrio y colonia son algunas de éstas; con lo cual, advierten, buscan difundir la cultura del diálogo y la paz, sensibilizando sobre los “paradigmas del conflicto y las formas en que acostumbramos abordarlos”.
Si bien menciona que no se trata de la única vía de solución de conflicto, sí se trata de “un espacio que permite incorporar conceptos y acciones en la mente de mucha gente”, lejana a su postura política, su participación en alguna estructura, su género, condición socioeconómica, etcétera; no obstante, añade, la mediación requiere del conocimiento de causas y consecuencias de lo que podría devenir por un mal manejo de la misma.