Hablar de turismo en Azcapotzalco es hablar de identidad, de comunidad y de futuro.
Pocas veces se asocia a esta alcaldía con la palabra turismo, pero esa es precisamente la mirada que queremos transformar.
Azcapotzalco tiene historia, cultura, gastronomía y tradiciones que hablan sobre el alma de la Ciudad de México. Desde sus barrios originarios como San Juan Tlihuaca, San Miguel Amantla o San Sebastián, hasta sus espacios gastronómicos en colonias como Clavería y Nueva Santa María, sin olvidar sus centros culturales, recreativos y de espectáculos masivos, nuestra demarcación tiene el potencial suficiente para ofrecer una experiencia distinta: auténtica, cercana y con identidad propia.
El turismo en Azcapotzalco se construye desde la diversidad: desde los espacios populares donde se conserva la tradición hasta los recintos que reúnen a miles de personas en torno al arte, la música o el deporte. Esa mezcla de lo comunitario con lo contemporáneo es lo que da identidad y carácter a nuestro territorio.
Impulsar el turismo desde el territorio es fortalecer la economía local, rescatar el orgullo por el barrio y por los pueblos originarios, y reactivar la vida comunitaria. Significa planear rutas culturales, ferias gastronómicas y recorridos históricos que nacen desde la participación vecinal y la colaboración con quienes hacen de Azcapotzalco un lugar vivo.
El turismo, bien entendido, no solo es una fuente de ingresos: es una herramienta de desarrollo social, de orgullo identitario y de transformación territorial.
Azcapotzalco tiene en sus manos la posibilidad de consolidarse como un referente del turismo comunitario y sustentable en la Ciudad de México: el nuevo polo turístico del norte de la capital.
Y para quienes deseen empezar a descubrirlo, basta subir a su Hormibús, recorrer sus calles y lugares que se deben conocer al norte de la ciudad.


